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Kale, el Superman de los vegetales

 

Kale, el Superman de los vegetales

 

Para conocer al Kale, también conocido como col rizada, es necesario deshojarlo y descubrir todo lo bueno que puede aportar a nuestra salud si lo hacemos parte de nuestra alimentación diaria.

 

Su nombre botánico es Brassica Oleracea y es pariente muy cercano de la coliflor, col, brócoli y coles de Bruselas, pero supera a todos ellos en la riqueza de sus nutrientes. Tiene su origen en los continentes de Asia y Europa, y ha estado presente en la vida de estas familias por más de 2,000 años, se cree que desde el año 600 a.C.

 

La mayor difusión del Kale se da durante la Edad Media, cuando italianos, escoceses y rusos se dieron a la tarea de cultivar diferentes tipos de Kale, ya que es una planta que puede sobrevivir a los inviernos más crudos de esas regiones.

 

Por otra parte, el Kale es una planta resistente y versátil para el cultivo, por lo que se adaptó perfecto al clima de nuestro país y se pueden ver cultivos en los estados de Guanajuato, Sonora, Baja California, Aguascalientes y Puebla.

 

Es curiosos, pero cuando llega el invierno, el kale encuentra su mejor momento, ya que el frio crea un milagroso proceso químico en sus hojas al concentrar las moléculas de azúcar lo que hace al kale tener un sabor menos amargo. Este mismo efecto se puede lograr si lo mantienes en el congelador.

En un principio, el kale se utilizaba más como planta de ornato que como alimento, ya que puedes encontrar hermosos tonos de hojas como morado, blanco, lila, azul y rosa, pero cuando se dieron a conocer los beneficios que obtienes con tan solo una taza de kale al día, la gente optó por comerla en vez de solo utilizarla como decoración.

 

¿Cuáles son esos beneficios?

Una taza de Kale contiene tan solo 33 calorías de las cuales puedes obtener el 134% de Vitamina C, 684% de Vitamina K y 204% de Vitamina A, del consumo diario recomendado. Por esta misma razón el Kale se considera uno de los mejores proveedores de antioxidantes naturales para el cuerpo.

 

Tiene más calcio que la leche de vaca, ya que esta tiene una concentración de 120 mg por cada 100 g, mientras que el kale llega a 135 mg, sin todas las complicaciones de la lactosa. El hierro también está presente en niveles más que aceptables, incluso supera a las carnes rojas con el beneficio adicional de no contener la elevada cantidad de toxinas que la carne trae consigo. Agreguemos a la lista de bondades del Kale que es rico en ácidos grasos Omega 3 y su alto contenido en fibra.

 

¿Como se traducen estos nutrientes en beneficio para tu cuerpo?

Los ácidos grasos son esenciales para eliminar el colesterol malo (el que hace los tapones en las arterias) e incrementar el colesterol bueno.

 

Al estar compuesto por moléculas de fitonutrientes especiales resulta ser una planta que prepara y ayuda a tu cuerpo a combatir problemas de salud como la obesidad, diabetes e incluso enfermedades coronarias. De hecho, solo una taza de Kale al día es un gran apoyo para librar la batalla contra el cáncer, desinflamar tu cuerpo y fortalecer el sistema inmune.

 

Un efecto casi mágico sucede cuando el kale pasa por un proceso de cocción o de exposición al calor, ya que crea un proceso llamado Reacción Maillard que reduce la presencia de glucosa y fructuosa, además de que el kale en sí, ayuda a mantener estable los niveles de azúcar en la sangre.

 

El aporte de fibra del Kale también es digno de mencionar, ya que la fibra es la forma que tiene nuestro cuerpo de mejorar el sistema de desecho de todo los que ya descompuso de los alimentos. Mantener todo ese desperdicio dentro de nuestro cuerpo es el equivalente a mantener una bolsa de basura orgánica en el patio de la casa, sin duda, una fuente de toxicidad y problemas futuros.

 

Y aun cuando no existen estudios concluyentes que aseguren su mecanismo de acción en enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer, si nos colocamos en los beneficios de la medicina preventiva, tomando la alimentación como estandarte, definitivamente consumir una planta con tantos nutrientes y aportes a nuestro sistema deberá ayudar a preparar un mejor sistema de respuesta y contención ante enfermedades.

 

¿Cómo le hago para incluir el Kale en mi alimentación?

Es tan versátil como rico en nutrientes, así que puedes comerlo como chips, que de hecho si no eres muy tolerante a los sabores fuertes, tal vez esta sea la mejor opción para iniciarte en el gusto por el Kale. Una vez que le agarres el modo, puedes incluirlo crudo directo en ensaladas, jugos, en guacamole, asado o simplemente para acompañar tus platillos. Te dejaremos algunas recetas para tus primeras citas con el kale.

Anímate a prepararlo así:

  1. El mejor jugo Verde
  2. Bocadillos ligeros de kale y queso
  3. Chips de kale y aderezo picante
  4. Pesto de kale para tus pastas
  5. Taquitos vegetales de pimiento y kale

 

Una opción práctica y segura de consumirlo es la presentación de Vegetalistos, la bolsa contiene 150 g. de hojas de Kale listas para consumir y para aplicar cualquiera de las recetas que te compartimos arriba.

 

Recuerda que debes mantenerlas en frio para conservarlas mejor y potenciar todos sus beneficios. Haz la prueba e integra este alimento a tus comidas diarias por 20 días y nos cuentas los cambios que veas en tu cuerpo y hasta en tu estado de ánimo.

 

Comparte con nosotros tu experiencia y tips para consumir kale usando los tags @Vegetalisos y #Vegetalistos #EleccionesInteligentes #Practico #Practicidad #PracticoYSaludable #Salud #Saludable #Sabor #Sabroso #AlimentateSanamente #AlimentosSaludables #EstiloDeVidaSaludable #Healthy #Food #EatYourVeggies #ReconciliateConLaComida #Enero

 


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Por Vegetalistos.