01 Feb Betabel ¡Dale una oportunidad!
Aun cuando es sólo un supuesto, se cree que el betabel formó parte de la selección de plantas de los Jardines Colgantes de Babilonia. También es posible que Thomas Jefferson, autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, lo cultivara en su casa en Monticello. Además, en la época medieval se horneaba como pay y se utilizaba para tratar enfermedades digestivas y de la sangre; por lo que el betabel ha sido testigo de varios acontecimientos a lo largo de la historia.
Es un vegetal sorprendente ya que sus hojas, tallo y raíces son por completo comestibles y aprovechables. Las hojas son ricas en vitamina A y minerales incluyendo calcio, hierro, potasio y magnesio. Su color rojo intenso proviene de un poderoso grupo de antioxidantes llamados betaínas, de las cuales hablaremos de lo buenos que son más adelante.
Por otra parte, existe evidencia de que las raíces del betabel se utilizaban con fines medicinales; incluso el galeno Hipócrates recomendaba su uso para sanar heridas. Se piensa que su origen se remonta a la Edad de Piedra en el norte de África y creció de manera silvestre en las costas de Asia y Europa. En México la mayor producción de betabel se da en Puebla y nos distinguimos por ser exportadores hacia Estados Unidos.
La radiografía del betabel
Famoso por su contenido en vitamina B, folatos, manganeso y cobre; también contienen una alta concentración de nitratos, los cuales al ser digeridos se convierten en óxido nítrico que refuerza los vasos sanguíneos. Esto se traduce en niveles de presión sanguínea más bajos y una mejor oxigenación en la sangre.
En 100 g de este vegetal se encuentran sólo 43 calorías; su raíz es 88% agua, 10% carbohidratos, 2% proteína y 1% de grasas, aunque es importante considerar que de todos los vegetales es el que mayor contenido de azúcar tiene.
Las betaninas y vulgaxantinas son de especial interés para los investigadores por su efecto antioxidante, antiinflamatorio y propiedades que ayudan a combatir el cáncer. También contiene fibra, magnesio, fósforo, vitamina C, hierro y vitamina B6. El folato es esencial para la síntesis del ADN y prevenir problemas del tubo neural durante el embarazo; además se ha demostrado que reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón, cáncer y depresión.
El manganeso se requiere para realizar procesos enzimáticos, metabólicos y de regeneración, así como huesos saludables. Respecto al cobre, mantendrá el sistema inmune saludable, ayudará en la producción de células rojas y dará la energía adecuada.
Beneficios en la salud
Aun cuando no es el más popular de los vegetales, existen varias razones para darle una oportunidad al betabel: existen estudios que respaldan que una porción de jugo durante 25 días podría ayudar a bajar la presión arterial, esto es debido a su alta concentración de nitratos.
La betaína contenida en el betabel ayuda a reducir la inflamación, la cual, según los investigadores inhibe las señales que el cuerpo manda, para activar los procesos inflamatorios. Esto es atractivo para la ciencia ya que sus efectos emulan incluso al de ciertas drogas sintéticas. Recuerda que la inflamación es un factor determinante para detonar problemas cardiacos, cáncer u obesidad.
La fibra presente en el betabel resiste el proceso digestivo del estómago y el intestino delgado para llegar casi intacto al colon donde se fermentará y servirá como nutriente. Esa fibra provee material que promueve el movimiento intestinal; de esa forma el cuerpo se protege de padecer estreñimiento, hemorroides, cáncer de colon, reflujo, úlceras, divertículos y obesidad.
Por extraño que parezca, el betabel se considera un poderoso afrodisiaco desde el imperio Romano, quienes atribuían la belleza de Afrodita a su insaciable apetito por este vegetal. Otra creencia popular decía que si un hombre y una mujer comían de la misma pieza de betabel, estarían destinados a amarse por siempre.
Otros usos y aplicaciones
Si alguna vez haz sostenido un betabel entre tus manos, no te resultará extraño saber que tiene una pigmentación poderosa, razón por la cual fue un ingrediente poderoso en la industria cosmética en los años de 1800.
El sabor dulce, propio del betabel, fue extraído por químicos como alemán Andreas Margaff en el siglo 18 para convertirse en endulzante natural.
Si decidiste darle una oportunidad al jugo de betabel, no debes alarmarte si tu orina se tinta roja, se llama beeturia, es un efecto secundario, por completo inofensivo al consumir betabel y mínimo cuando se le compara con todos los beneficios que aporta.
Vegetalistos tiene una opción lista para consumir betabel en su mejor versión, podrás encontrarlo en bolsa, rayado, lavado, desinfectado y listo para comer. Ah, como es un vegetal que se da mejor cuando las temperaturas son bajas, no olvides mantenerlo en refrigeración.
¿Cómo le hago para incluir más espinaca en mi alimentación?
A continuación, te compartimos unas opciones para consumirlo y disfrutarlo:
- Albóndigas de betabel
- Pico de gallo con betabel
- Potencia el sabor del betabel usando especias
- Acompañantes saludables: Chutney rojo
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